Persus Diógenes Nibaes Morrizon, Antipoeta, Cuentista, Novelista.

Tuesday, July 25, 2006

Cuento; "Bajo cero" del libro "Cuentos Prematuros".

Bajo cero.

Allá en la fría Punta Arenas,
en Magallanes...
“…Yo nunca tuve frío y había tanto frío...”




Eran las 07:05 a.m., cuando Taylor se levantó por fin, después de una no muy buena noche. El termómetro marcaba -55º, obviamente la calefacción interior de la base Antártica Alejo Marcou (llamada así en honor a uno de los más grandes precursores de la extracción del Petróleo en Magallanes) permitía la sobrevivencia de los obreros y el desarrollo de las faenas. Hacía dos años que el ingeniero Robin Taylor había llegado desde Inglaterra a la base Antártica Marcou para supervisar los trabajos de ensamble y extracción del último yacimiento petrolífero en el mundo.

Taylor se preparó un café muy cargado, en media hora más debía estar con todos sus instrumentos listos en la plataforma de extracción. Hoy sería un día muy duro, pues ya se cumplía el plazo de ensamble y debían comenzar los trabajos de extracción. Los deberes de ensamble estaban muy atrasados, porque las tuberías de hierro que se utilizan en la perforación, llegaron con dos meses de tardanza desde la ciudad chilena de Punta Arenas. Al parecer, por problemas climáticos, el remolcador Apolo no pudo llegar al puerto Antártico de O’Higgins y debió volver al continente Americano en busca de provisiones, pues estuvo veinte días atrapado entre los hielos Antárticos y sólo con la ayuda del rompe hielos Piloto Pardo, pudo por fin completar su misión y hoy 25 de Agosto, se cumple el plazo cumbre para iniciar las pruebas de extracción.

En pleno continente helado y a 80 kilómetros del Polo Sur geográfico, se ubican las instalaciones de la plataforma Alejo Marcou de la ENAP Chilena, que según el último convenio internacional de las Naciones Unidas, en Septiembre del 2033, la Antártica estaba abierta para toda extracción y explotación de petróleo, oro y uranio, exclusivamente. Así, el último yacimiento de petróleo del mundo, estaba hoy por comenzarse a explotar.

Taylor se dispuso a salir del refugio, conectó los suministros de aire caliente para sus pies y agua caliente para su cuerpo de su traje térmico, el mismo utilizado en la conquista de Marte. Salió del refugio e inmediatamente montó su motonave, impulsada por energía atómica, la cual sin utilizar ruedas se levanta a medio metro del suelo, impulsada por un complejo sistema de hélices y colchones de aire, lo que la hace ideal para transportarse en las frías y resbaladizas estepas Antárticas, donde todo transporte con ruedas, sólo se quedaría atrapado.

Tras conectar y encender los controles de mando, Taylor comenzó el suministro de oxígeno en su casco, ubicó la dirección deseada con la pantalla líquida y luego de haberse elevado medio metro del suelo, la motonave comenzó su despliegue vertiginoso, sorteando hábilmente cada obstáculo que en el suelo aparecía. Todo estaba oscuro en la noche antártica y las luces de la base y los refugios humanos, daban la impresión de conducir por una pequeña ciudadela.

Rápidamente las luces fueron quedando atrás y en el horizonte apareció la gran estructura toda iluminada. A medida que Taylor montado en su motonave avanzaba sobre el suelo polar, recordaba los periódicos avisos de la central Puntarenense, presionándolo a terminar con los trabajos de ensamble.

Pensaba además, lo peligroso que eran todos estos trabajos y los sin números de detalles que estaban bajo su exclusiva responsabilidad; Súpervigilar que las perforaciones culminen bien, que los ensambles queden bien soldados, él no podía dejarse confiar por los técnicos ni los capataces, debía percatarse que todo trabajo quede bien terminado y con la seguridad correspondiente, exigida por los organismos internacionales que controlaban los trabajos. Sabía que un derrame de petróleo en pleno Polo Sur, podía costarle el empleo y los derechos de extracción del crudo a la ENAP. Así y todo, estaba tranquilo y concentradamente guiaba su motonave.

Sabía pues, que había rumores entre los obreros, que dos, de los veinte trajes térmicos comprados a la NASA estaban fallados y quien los utilizara, podría morir congelado al no funcionar los suministros de oxígeno o de agua y aire caliente, pero hasta el momento todo había funcionado bien. Sabía que una catástrofe así, podía impedir el normal funcionamiento de las faenas y que los obreros desconfiaban, pero quedaba poco tiempo y el mismo separó los trajes fallados.

Su vista se agudeció, cuando la enorme estructura metálica estaba frente a él. Los hombres parecían hormigas unidas en la construcción de un gran hormiguero. La máquina perforadora se esforzaba día y noche en la excavación del duro casquete de hielo polar. Parecía quejarse la inmensa mole de acero que lentamente bajaba y subía un inmenso taladro que hería gravemente las entrañas heladas de la tierra. Se acercó a los obreros que se alistaban a trabajar, estacionó su motonave y con un saludo, observó a todos sus subordinados y el cielo estrellado, semicubierto por las nubes, y haciendo un ademán de superioridad para ser escuchado, dijo con acento ingles;

-Señores, hoy se vence el plazo para terminar con los trabajos de ensamble de la plataforma, la que será inaugurada en un mes más por el propio Presidente de la República.

Diciendo esto, observó la quieta grúa que descansaba a espaldas de ellos y dijo nuevamente;

-Pues bien, ya tenemos el trabajo acabado y estoy muy orgulloso de ustedes porque han sido un excelente equipo de trabajo, sólo nos falta colocar la última cañería de acero dentro del hueco del casquete polar. Una vez ubicada y ensamblada, verificaremos todos los detalles y así podré enviar mi informe a Punta Arenas y esperar el arribo de las autoridades para que comiencen los trabajos de extracción.

Los obreros al escuchar esto, quedaron satisfechos y rápidamente se dispusieron a colocar el último de los inmensos tubos de acero dentro del casquete de hielo, para así llegar hasta la profunda reserva.

Dagoberto Minusinovic se dirigió hacia la gigantesca grúa que él operaba desde su cabina, en las alturas del extremo opuesto de la pluma. Minusinovic ascendió hasta los controles y rápidamente se dispuso a efectuar su trabajo.

Pierre Santibáñez, quién se desempeñaba como soldador, tomó su pistola para soldar y se dirigió hacia el lugar de ensamble de la tubería y la torre de extracción. Dispuso los pernos y las herramientas para efectuar su último trabajo, el más importante en los dos años que este heterogéneo grupo de hombres, técnicos e ingenieros, habían trabajado, en la instalación de la plataforma de extracción de crudo más austral del mundo, la única en su tipo, controlada completamente vía satélite desde Punta Arenas. Santibáñez sujetó su pistola soldadora, mientras otros obreros se disponían en igual forma, y tras de ellos, la inmensa grúa comenzaba su labor.

Minusinovic comenzó con su trabajo y tras abrir las tres grandes tenazas y movilizarlas hacia el lugar donde la cañería final estaba ubicada, procedió a tomar la inmensa tubería de acero, la elevó a una considerable altura y la dirigió lentamente hacia el lugar donde perpetuamente habría de quedarse. Minusinovic observó que algo raro sucedía con su traje térmico. Santibáñez contemplaba atentamente el movimiento de la grúa, la que se movía con suma lentitud.

El nerviosismo invadió la conciencia de Santibáñez, que no era capaz de mantener la soldadora con precisión.

Una gota fría de sudor rodó por su mejilla, en su interior se preguntaba si valía la pena lo que estaba haciendo, con la mirada buscó a Taylor, que se encontraba al otro extremo de la plataforma indicándole algo a unos técnicos, luego miró hacia arriba donde estaba Minusinovic, en la torre de control, el nerviosismo lo inundó por completo, repasó en su memoria todo lo que había hecho la noche anterior.

De pronto, un fuerte ruido estremeció toda la plataforma. Santibáñez se dió vuelta y vió como la inmensa tubería estaba tirada en el suelo. Pesadamente sepultó a dos obreros. El pánico cundió entre ellos y en medio de los gritos, Taylor se dirigió a observar los cadáveres. Su impotencia lo transformó, ordenó rápidamente que alguien subiera a la grúa. Por medio de su radio trató de comunicarse con Minusinovic, pero éste no contestó. Entonces Taylor envió al obrero Rojas que subiera hasta la cabina de la grúa y audazmente lo primero que hizo, fue levantar la gigantesca tubería, un grupo de obreros se ocupó de los cadáveres, Santibáñez escondiéndose, se apartó del lugar.

Llegó hasta un sitio alejado y tomó un teléfono celular, marcó una serie de números y dijo;

-Atención, aquí oso polar al habla, sabotaje no favorable, la tubería cayó sobre dos obreros y no sobre el objetivo.- luego de recibir algunas órdenes se incorporó al lugar. No estaba en los planes de nadie la muerte de alguien. Luego Taylor ordenó guardar silencio a sus obreros, hasta después de haberse inaugurado la plataforma.
Rojas trató de arreglar la grúa, observó a Minusinovic, le tocó el pulso y comprobó que estaba frío, muerto, los -52º que marcaban los termómetros congelaron la vida del infortunado controlador de grúa. Vera y Castro eran los apellidos de los dos obreros fallecidos a quienes aplastó la tubería. Taylor se reunió con sus trabajadores y dijo;

-Señores, esto ha sido un grave accidente, lógicamente lamento tanto o más que ustedes esta desgracia ocurrida, pero de aquí, no sale una palabra hasta la inauguración y seré yo el que comunique el infortunio, ¿comprendido?

- ¡Sí señor!- se escuchó al unísono.

-Fue un ataque cardiaco lo que afectó a Minusinovic, tal vez los nervios, o el frío, pero el ensamble debe quedar listo hoy. - dijo fríamente Taylor, quien ordenó a uno de los obreros que se encargue de la grúa y a los demás que se repartan el trabajo, todos se dirigieron a sus labores y mientras tanto, Rojas se acercó a Taylor y le dijo;

-Minusinovic está muerto, acabo de bajarlo de la grúa, creo que falleció congelado, pues su traje térmico falló.

-¡Qué extraño! - dijo Taylor- si yo mismo revisé todos los trajes la semana pasada, cuando escuché el rumor que dos estaban fallados, que no suministraban suficiente aire caliente, según los obreros.

- Y ¿Qué trajes separó?- preguntó Rojas.

- El Nº5 y el Nº18. - dijo Taylor.

- Es raro, porque Minusinovic utilizaba el Nº12.

- Bueno yo veré que hacer, usted vuelva a su trabajo Rojas, gracias por su ayuda y no olvide que esto fue un accidente, sólo eso. - dijo Taylor.

- Sí señor, lamentable accidente.- y Rojas se retiró del lugar y se dirigió hacia su trabajo, mientras Taylor fue al lugar en las bodegas donde estaba el cuerpo frío de Minusinovic, lo descubrió de las bolsas con que estaba tapado y pudo leer el Nº18 en el traje del difunto.
No encontrando una respuesta pensó que sólo fue un error. Supervigiló el trabajo de colocación de la cañería, que en 5 horas estaba lista, soldada, remachada y herméticamente cerrada. Los controles satelitales fueron conectados y a las 17:45 p.m. se realizó la primera prueba. Todo funcionó perfectamente, luego se ocuparon de trasladar los cuerpos sin vida de los accidentados.

La plataforma “Alejo Marcou” fue inaugurada el 18 de Septiembre del año 2036 por el propio Presidente de la República Chilena, y fue la primera explotación de petróleo que se registró en la Antártica, la tierra más helada y más austral del planeta.


Punta Arenas.
a fines de 1995.

Cuento; "El Lárice" del libro "Cuentos Prematuros".

El Lárice.



“Mi abuelo le enseño a mi padre a hacer Tejuelas de Alerce,
yo del Alerce solo sé hacer un cuento…”


1.

José Perro Garcés esperaba apoyado en el Lárice desde hacía un rato, a lo lejos, a la salida del pueblo vió a Fernández que se acercaba en su cabalgadura.
Ahora tenía la posibilidad de vengarse de la vergüenza que Fernández le había hecho pasar el otro día en la cantina. Allí donde luego de discutir le dió un buen puñetazo en la boca, pero Fernández ni se movió y le quebró una botella en la cabeza al Perro, quién aturdido quiso volver a la lucha, pero el viejo Juan, el dueño del bar y otros hombres lo sacaron a patadas del lugar, le quitaron el único revólver que tuvo en su vida y lo aventaron a la calle de tierra. En eso salió Fernández y engrandecido por los gritos de los presentes, le dió el toque de gracia. Sangre y dientes de José Perro Garcés, volaron sobre el barro tras la patada que le propinó su contrincante.

-¡Me las pagarás!- fue lo único que dijo mientras corría hasta la salida del pueblo, sujetando su sangre y su adolorida mandíbula.

Fernández se acercaba a paso lento en su caballo, cuando vió la figura del Perro, apoyado en el majestuoso Lárice, que sobre la colina donde se encontraba, ofrecía su imponente forma de legendario árbol en el atardecer, con el rojizo cielo de verano en el fondo. Se detuvo y amarró sus riendas a un poste.

-¡Por fín llegas!- ladró José Perro, como un reproche a su oponente que se aprestaba a la lucha en el lugar acordado.

Desde el Lárice se podía ver todo el pueblo y el valle. Ya caía la noche y Fernández sacó un viejo revolver de su cartera, en el acto, se lo arrojó al Perro, éste se agachó a recogerlo y comprobó que su arma estaba vacía.
-¡A mano limpia!- gritó Fernández, arrojando su propia arma lejos.

-¡Clarín!- ladró el Perro y arrojó su arma también. Se aprestó a la lucha y mostró su boca sin algunos dientes, a causa del anterior encuentro. Esta vez la justa sería más equilibrada, dentro de lo que se podía, ya que el Perro era un tipo flaco, pequeño pero muy ágil. Ratero por profesión, tenía tanta experiencia en este tipo de citas y eso era lo único que le daba posibilidades contra el enorme Fernández, un tipo grueso y alto, ganadero, quien tenía muchas cuentas que arreglar con el Perro, aunque en el bar había descargado algo, aún le quedaba mucha ira contra este fulano.

El Perro se abalanzó sobre Fernández y este de una sola patada lo esquivó, pero el Perro se le prendió de un brazo y comenzó a morderlo. Lejos quedaban las normas de hombría en la lucha para el Perro, quién se valía de cualquier arma con tal de ganar este tipo de disputas. Así y gracias a todo, el sobrenombre estaba más que bien puesto.
Fernández arrojó al Perro lejos, el cual cayó junto al Lárice. Se acercó al Perro y tras unas buenas patadas en el estómago lo tomó del pelo, lo levantó y en el acto, el Perro sacó de su bota un cuchillo, el cual clavó medio a medio en el pecho de Fernández. Pero éste aún con el cuchillo en el corazón, no soltó al Perro, más bien lo sacudió contra el inmenso Lárice, lo sujetó con una mano del cuello mientras el Perro lo mordía. Fernández se sacó el cuchillo como pudo del pecho, la sangre brotaba y a gotas caía al suelo, así mientras el Perro seguía mordiendo hasta los huesos la mano de Fernández, éste con su otro brazo y con las últimas fuerzas que le quedaban clavó el cuchillo ahora en el cuello del Perro, quién dio un gran aullido de dolor, que hizo eco en todo el valle.

El impacto atravesó la garganta del Perro y se clavó en la corteza del Lárice. Los ojos del Perro inundados de furia se apagaron en el momento. Fernández con la mano hecha astillas y el pecho herido parecía nunca morir, sujetó los borbotones de sangre que escapaban de su pecho con su mano rota y con la otra como pudo sacó unos fósforos de su bolsillo y mientras encendía la ropa del Perro cayó muerto a los pies de él.

El círculo se había abierto nuevamente y el fuego que pronto se apoderó también de Fernández se propagó a todos los matorrales y arbustos alrededor.

Cuenta la leyenda, que el Lárice es el único sobreviviente a un incendio que destruyó todo el bosque nativo de alerces que habitaban sobre la colina, en el valle del río Concordia. Por su aspecto y las tragedias ocurridas a sus pies, los lugareños llegaron a creer, en esa loca idea del hombre de otorgar poderes sobrenaturales a lo inexplicable, que el Lárice tenía espíritu, poder y era capaz de conceder deseos y mandas.

Todo el pueblo acudió a la colina a ver lo sucedido, los hombres que llegaron primero no dejaron que mujeres y niños se acercaran a ver el horripilante cuadro que se estaba presenciando.

Pero una vez que el fuego se extinguió, los restos de hombres calcinados y carbones caídos del Lárice fueron acumulados a un lado del increíble árbol, el cual había sobrevivido al incendio nuevamente y en vez de quemarse por completo y caer, se elevaba con ese color negro en la base, y un tupido verde en la copa.

El Lárice había vencido a la muerte otra vez y tras un poco de tiempo se comprobó que definitivamente el árbol no había muerto. En el pueblo se tejió una verdadera leyenda de lo ocurrido. Tras unos años, la colina fue convertida en una especie de santuario donde era común que las parejas se quedaran pasando la tarde en los bancos construidos alrededor del Lárice, observando ponerse el sol.

No faltó eso sí, el que dijo que sentía una extraña presencia en la colina junto al Lárice y prefería alejarse de él.

El Lárice en sí era un espectáculo digno de observar, tenía como una tétrica atracción. Visto desde el pueblo cobraba una forma imponente durante los días de verano en que el sol se ponía detrás de él, rompía el fondo rojo con su extraña presencia de esbelto árbol, con sus ramas peladas y muertas, negras y secas, pero que más arriba, se bañaba en tupida copa. En sí representaba dos estados de la naturaleza, la fertilidad y la desgracia y a pesar de los fuertes vientos, el Lárice seguía con su papel de vigía del valle.

2.

Miguel Astorga era un tipo tranquilo, algo entrado en años ya, había quedado viudo hacía un tiempo y en su soledad tomó la responsabilidad de criar su pequeña hija Catalina, una despierta niña de cabellos color castaño.

Catalina tenía 10 años y desde hacía poco que traía una rara enfermedad consigo, la que con el paso del tiempo iba aumentando, hasta que llegó el día, que ya no se pudo levantar más. Miguel Astorga, en su impotencia llevó a su única razón de vivir a diferentes curanderos y todos le respondían lo mismo, que no podían hacer nada, que no tenía cura.
Una vez, la llevó al médico en la localidad de Fresia, no muy convencido ya que en esos años y en esos lares, no se confiaba mucho en la medicina tradicional, pero volvió refunfuñando a su casa, pues nadie sabía realmente lo que era.

Una noche, Miguel Astorga estaba haciendo guardia al lado de la camita de su hija, quien tenía una fiebre muy alta, tal vez por ignorancia, tal vez por su equivocada fe, tomó su cabalgadura y se fue hasta la colina a los pies del inmenso Lárice.
La imponente figura de árbol milenario parecía más arrogante aún, con el pequeño campesino arrodillado ante él.

-¡Lárice, tú que has vencido la muerte, tú que albergas el espíritu del bien y el mal, por favor, concédeme esta manda!- decía el campesino, convencido que estaba conversando con algún ente de sabiduría.

Así, la luna proporcionaba la luz suficiente como para que la figura del Lárice cobrara una enigmática belleza, a la vez que el viento movía el inmenso árbol, el cual parecía estar escuchando. Esa noche, el campesino volvió con los ojos llenos de lágrimas a cuidar a su hija, quien dormía plácidamente y como un milagro, con la fiebre un poco más baja.

Catalina se fue mejorando y Miguel Astorga cumplía con su parte del pacto. Todas las noches de luna llena acudía al árbol, se arrodillaba ante él y le daba gracias por la salud de su hija.

Pero parecía que esto ya no bastaba, pues Catalina luego de un período de aparente recuperación volvió a caer en cama. Está vez la fiebre era más constante y Catalina pasaba noches delirando. Miguel Astorga, comenzó a ponerse muy nervioso y una noche, que Catalina parecía estar más mal, tomó su cabalgadura y se dirigió al Lárice.

-¿Qué quieres ahora?- le gritó el hombre al árbol. -¿Qué quieres que haga para que ella esté bien?- y el viento soplaba y sacudía mucho al árbol, el cual parecía estar muy enojado -¡No te la lleves Lárice, que no muera! - y le imploraba al árbol como si fuera un Dios.

Pero esa noche Catalina murió y cuando Miguel volvió y encontró a su hija muerta, tomó un hacha y se volvió hasta el Lárice. Se acercó con cautela hasta el árbol, creía que algo desde lo alto estaba observándolo y comenzó a darle hachazos al árbol.
Uno, y el Lárice se sacudió por completo.
Dos, sus ramas sonaron en lo alto, parecía quejarse de las heridas proporcionadas por el campesino.
-¡Te pedí que no te la llevaras! - gritó y le dió un tercer hachazo, que hizo que cayeran a su lado ramas secas y astillas de carbón, en el momento en que el campesino le gritaba...-¡No tenía por qué morir! - el Lárice dejó caer una gran rama carbonizada que todavía estaba sujeta, la cual cayó sobre el hombre que murió aplastado en el lugar.

Al otro día fue encontrado el cadáver junto al Lárice. Miguel Astorga fue sepultado junto a su hija en el cementerio de la localidad. Un amigo del difunto, sacó el hacha que estaba clavada en la corteza calcinada del Lárice y se fue, llevándose la herramienta.
El árbol quedó casi igual después del incidente y las ramas caídas fueron recogidas dejando el lugar como un tranquilo paseo para enamorados.

Aún se pueden ver en la corteza del Lárice, una marca de cuchillo y otras tres de hacha, además de esa extraña y desagradable sensación junto a él de sentirse observado.



Puerto Montt,
en alguna época de 1996.

Cuento; "Tambores de silencio" del libro "Cuentos Prematuros"

Tambores de silencio.




El sol,
ayudará a desvestir esta piel.
la Luz,
purificará el Trance.
Ya no cabalgaré por la noche
para llegar a la estrella errada.
Treparé a los árboles,
y veré pasar a los Tambores
tocando Silencio.
La piel nueva aullará su nacimiento.

Sandra.



Desde aquí puedo ver el palacio en el horizonte del desierto. La fortaleza recubierta de plata para protegerla de los rayos del maligno sol que nos quema y nos duele. Mi piel esta carbonizada por los excesivos años bajo el sol del desierto de Gobi. Cuando era niño me esclavizaron para arrastrar el hielo y las especias que necesitan los maestros y los poetas que viven en el palacio. Allá están ellos, rebosando de abundancia y placeres que yo nunca viviré.

Solo he oído comentarios acerca de cómo viven en la fortaleza de plata, de la que solamente conozco los calabozos donde estoy durante mis días de descanso, después de arrastrar por meses el preciado hielo y las especias que lo mantienen congelado durante nuestro viaje por el desierto.

Trepadas en los árboles las Maolas de Gobi nos observan como avanzamos en procesión y miran los inmensos cubos de hielo bajo el sol abrasador, todo enmarcado en el rítmico trance que producen los tambores de los negros que nos escoltan y nos obligan a arrastrar la carga.

Los negros van sentados sobre los Kuyas, primos de los Dromedarios pero con más largo pelaje. Los negros son llamados Kuyas también, porque practican la zoofília con sus animales. Las Maolas de Gobi, mastican en silencio sobre los secos Palmos negros viéndonos pasar…

-¡Si pudiera ser Maola por un minuto y deshacerme de esta esclavitud! ¡Si solo pudiera apagar ese sol que tanto odio! ¡Si solo detuviera con mi pensamiento los tambores de los malditos Kuyas!

A veces creo, sería interesante morir a cambio de arrastrar hielo por el desierto, sentir como es alejarse de este polvo y como pasas a otro lugar. Es que estoy convencido que mi alma no se perderá, sería injusto que alguien me haya dado la vida sólo para arrastrar y ser esclavo de los Poetas en Gobi. Tal vez después me toque ser poeta, quizás ser contrabandista de especias o domador de Ornitorrincos.

He visto los Circos cruzar el desierto y acampar, y los Kuyas compartir con ellos, intercambiar hielo y especias por sus mujeres. Si tan sólo escuchara la voz de una mujer una vez en mi vida, podría entender porque me atraen tanto al verlas. He visto gitanas acampando en el desierto y he escuchado que una mujer nunca le hablara a un hipoesclavo como yo, es de mala suerte dicen...

Solamente tengo que conformarme con un vaso de agua en la mañana y otro a media tarde y un puñado de castañas que es lo único que no se descompone con este sol aniquilador, además del desprecio de los Kuyas y el hedor de sus animales.

No conozco a mis padres y nunca he hecho otra cosa, hablo el idioma de los Kuyas por costumbre y gracias a esta esclavitud he desarrollado poderosos músculos, que de nada me sirven más que para arrastrar, porque siempre estoy encadenado.
Veo los ojos de mi compañero Onn. Arrastra y arrastra mirando hacia adelante, con la vista perdida como si no viera nada, nunca habla, sólo arrastra sumergido como en un trance, como si su mente se hubiera olvidado que esta viva. Tiene el pelo largo y castaño y es de mi raza, somos corpulentos y podríamos matar a un Kuya de un solo golpe de brazo, pero nuestras manos tienen las cadenas incrustadas en la piel hasta los huesos. Aún me queda tanto para arrastrar...

El palacio resplandece y el enorme cubo de hielo de Iceland avanza poco a poco al ritmo de los tambores. Tan pronto como lleguemos, una nueva piel me nacerá producto del brusco cambio de temperatura en el calabozo, donde tengo diez días de descanso y luego vuelta a traer más hielo y más especias. Quisiera tener la llave para apagar mi mente y no sufrir, porque el dolor está en la mente, todo esta allí.

A veces invento historias de otras vidas, otros mundos y me olvido que soy hipoesclavo del hielo en Gobi para los Poetas. Mi sueño preferido es creer que soy un joven de un pueblo pescador, en un clima templado lluvioso, es que he escuchado que en algunos lugares cae agua del cielo y hay tantos árboles que se forman bosques. Entonces me imagino la voz de una hermosa mujer que me besa y me dice que me ama. Puedo tocarla, hablarle y amarla también. Tengo padres y hermanos, y puedo dedicarme a hacer muchas cosas, tengo todo en ese sueño para ser feliz. Gracias a él me olvido del peso del hielo y de los golpes de los tambores y de los látigos sobre mi espalda, del calor y del olor a Kuya.

Un día, imagine que quería que en mi pueblo hubiera mar, he oído que existen lugares donde hay tanta agua que es más abundante que la tierra, le llaman Mar, yo sólo he visto este desierto. Entonces imagino que debe ser azul, porque el agua refleja y lo único que puede reflejar es el cielo y aquí en Gobi el cielo es azul. Entonces yo me paro junto a esta mujer de mis sueños y nos besamos, como se besan los Maolas y las Maolas y podemos caminar y correr y reír juntos.

Yo sólo puedo arrastrar he imaginar… A veces lloro en medio del desierto, pero lloro por dentro, pues tengo tanta sed siempre que no me nacen lágrimas como a los Kuyas. Pienso en el dios de los Kuyas que cuelga de sus cuellos y que gobierna en el palacio colgado en la puerta. ¿Porque me habrá hecho esto? …A veces creo que en otra vida, mi sueño ese fue realidad y yo núnca, núnca quise ser feliz. Ahora solo escucho el sonido de los tambores, que es como si no escuchara nada.


Puerto Montt
12122000.

Cuento;"Maria, Magdalena y yo".

María, Magdalena y yo.

Nunca supe exactamente cuando me pegué el Sida, siempre he pensado que esa cuestión la inventaron los Yanquis para reducir la población mundial, es que nunca había existido en la historia de la humanidad esa enfermedad, y justo ahora, cuando hay sobrepoblación en el mundo, aparece, yo no lo creo, no creo que sea una lesera traída del espacio exterior, ni que sea una enfermedad adquirida de los monos, esa hueva la inventaron los estadounidenses igual como inventaron la bomba atómica.

Bueno, la verdad es que cuando me enteré que estaba enferma, casi ni me asombré. Siempre tuve miedo de tener la enfermedad esa, por la vida que había llevado, hasta aquel día en que llegaron los exámenes. Ese fue un día terrible, pasaron otras cosas bastante horrendas en el dormitorio, como cuando la Magda mató a la Paty por celos, la mató con un cuchillo de un tajo en la garganta, su muerte fue rápida y violenta, la María se puso a gritar y yo traté de retener la sangre de la Paty, pero no pude hacer nada. Ella se desangró en el acto. El resto ya es historia, entraron los pacos, nos cagaron a patadas y se llevaron a la Magda, quien estuvo un mes castigada en el calabozo oscuro.

Como decía ese día fue terrible, porque pasaron cosas peculiares en el dormitorio, pero el día que trajeron los exámenes estuvimos todas calladas, todas nos miramos a los ojos, una a una, pero nadie supo que decir. Yo me fuí a mi cama y lloré. Lloré como nunca había llorado, con ese llanto silencioso de cuando una no quiere que la escuchen, pero que en el fondo te hace peor. Escribí cartas a Dios y a mi madre, bueno casi no me enojé tanto en comparación a la Magda, ella en cambio trató de suicidarse. Estaba fuera de sí, tomó un cuchillo, tal vez el mismo con que mató a la Paty y se cortó las venas. La María llamó a los pacos quienes llegaron rápido y la llevaron a la enfermería y los médicos la recuperaron, estuvo bien mal pero no se murió.

Cuando la Magda volvió, dijo que ahora sí estaría dispuesta a hacerlo, ella nunca tuvo miedo de nada. Nos propuso que lo hagamos todas, que un día en especial nos pongamos a trabajar y lo hagamos. Fijamos un día, el 21 de junio, justo en el solsticio de invierno que también es la noche de San Juan, esa sería la mejor noche según la Magda.

La María no quería seguir el juego de la Magda, contó que cuando estuvo en libertad un amigo de ella se había vuelto loco haciendo esa lesera. Que un día luego de haberlo hecho con unos amigos, entró a una iglesia y mató al sacadote gritando que lo ayuden, que tenía al Innombrable adentro. Nunca más supo la María de él, cuando preguntó a los familiares que había pasado con su amigo, le cerraron la puerta en la cara. Contó que la madre de su amigo le dijo; ¡Ándate conche tu madre! ¡Tú metiste a mi hijo en esa vida, él era bien hombre y tu lo cagaste! Cuando nos contó eso la María estaba muy triste. Muchos deben creer que una se prostituye porque le gusta la hueva esa, pero la verdad es que todas lo hacemos por necesidad.

A la María la volvieron a agarrar en el barrio Suecia y como no tenía plata para un abogado, volvió aquí, al dormitorio 5, se convirtió en evangélica y predicaba con los canutos la palabra de Dios, aunque nosotras con la Magda sabíamos que esa hueva era pa puro aparentar, que en el fondo a a María igual le gustaba el hueveo. Luego que llegaron los exámenes, los pacos no querían ni entrar al dormitorio, tenían miedo hasta de mirarnos.

Una noche nos allanaron y nos llevaron a otro dormitorio, uno especial donde estaban todos los internos que tienen Sida. Yo no me resistí, estaba acostumbrada ya a que me discriminen, pero a la Magda le pegaron hasta cansarse, porque le encontraron un punzón debajo de su colchón.

Yo me llevé mi crucifijo y la Magda esa noche, me dijo que si no lo escondía, me lo iba a romper, que si tenía un crucifijo El Innombrable no vendría. En el dormitorio nuevo había diez huevones más.

-¡Llegaron las minas!- dijo un huevón que creía que; por ser ladrón la llevaba en la Cana. Cuando nos llevaron a nosotras, nos acomodamos en la misma litera, la Magda abajo, la María al medio y yo arriba, como soy la más chica no me importó.
El mismo huevón dijo; -¡Por fin voy a escuchar una mina quejarse, hace tiempo que no escuchaba una!- y los demás se rieron, porque en la Cana los ladrones mandan, los asesinos siguen en jerarquía, los traficantes están de lado y los violetas son la escoria.

-¡Tu no nos tocai reculiao!- dijo la Magda mostrando sus heridas de la golpiza al ladrón, sabiendo que siendo más chora que él, nadie la molestaría. Él se sentó al final del dormitorio con un viejo y un flaco a tomar mate y jugar a las cartas, mientras se reían.

Esa noche la María y la Magda durmieron juntas y movieron harto la litera, la Magda era celosa y siempre quería dormir con alguien, la noche siguiente me tocaría a mí. Ya no me importaba, total todas estábamos enfermas. La oscuridad se veía cruzada por la luz que entraba por la ventana con barrotes. Hacía bastante tiempo que no pasaba la noche en vela, mientras recordaba mi primera noche en la cárcel, recuerdo que la Magda fue la primera en hablarme cuando entré al dormitorio, se acercó y me hizo un cariño en la cara.

-No tengai miedo- me dijo, insistió que confíe en ella, que ella mandaba aquí. Esa primera noche se metió en mi cama con un punzón, los hacía con los fierros de las sillas, esos que van abajo como rejas, tal ves para que un huevón con más suerte que yo deje sus cuadernos… Me apretó bien la boca y me mostró el punzón, me dijo que si gritaba me mataba, me bajó los calzones y me hizo suya. Odié a la Magda, pero con el tiempo me acostumbré, nunca me pasó nada porque ella me protegía, incluso cuando mató a la Paty lo hizo por mí, porque se dió cuenta que la Paty quería acostarse conmigo y cuando le preguntó que si había pasado algo entre nosotras, la Paty le contó, ese fue su error, le contó que un día cuando los pacos castigaron a la Magda en el calabozo, ella se fué a acostar conmigo y me obligó a que lo hiciéramos, la Magda sabía que yo no le sería infiel al igual que no lo sería la María, sabía que la culpa era de la Paty y por eso la mató.

-¿Pa’que chucha lo hiciste?- le dije,-¡Ahora te van a cagar y te van a condenar a perpetua y no vas a salir nunca de esta Cana culia!-

-¡Y pa’que mierda querís que salga?-dijo- Si cuando una sale de esta mierda, de lo único que se puede trabajar es de puta, de que huea queris que trabaje si hasta en la farmacia los huevones no te quieren atender por miedo a tocarte, creen que hasta las moneas los van a contagiar, cuando una les pasa una receta te miran con lástima y a mi nadie me tiene lástima…- Y me hizo recordar que ella no le daba pena a nadie, porque afuera todos sabían que tenía Sida, aunque la Magda nunca se había hecho los exámenes antes, todos sabían que ella estaba enferma, porque vivió con un peluquero que trabajaba en el edificio Caracol y que murió de Sida. Estaba bien cagado el peluquero que era el amante de la Magda, porque más encima era adicto a la pasta, así que se consumió rápidamente, luego la Magda tuvo que salir a trabajar a la calle y los pacos la pescaron y cayó a la cana. El resto es ya conocido.

Cuando llegó ese maldito día, que coincide con el año nuevo mapuche, si que yo estaba nerviosa, los del dormitorio se burlaban de nosotras y no entendían para que estábamos juntando velas y teníamos tapada la ventana del baño con sábanas negras.

-¡Estas maracas están huevonas!- dijo uno, nosotras nos encerramos en el baño y pusimos las velas, nos maquillamos y nos peinamos para la ocasión.

-¡Esta es la noche chiquillas!- dijo la Magda y puso un cuchillo sobre la mesa de tres patas, nos sentamos y ubicamos el lavatorio en el centro, afuera llovía a chuzos y justo a las doce encendimos las velas. La Magda prendió un pito y nos volamos, hacía mucho frío, tanto que su aliento se veía cuando ella hablaba, nos tomamos de las manos y comenzamos el rito. La Magda decía algo de la liturgia y cosas que yo no comprendía, tuve miedo, quería orinar pero no me atreví a interrumpirla.

-¡Preséntate a nosotras, señor de la oscuridad!- decía y su cara se le iluminaba con las velas, se veía linda ella, con sus pelos largos y su vestido negro que se había hecho para la ocasión, la María me miraba y estaba tan asustada como yo, pediríamos por un mejor destino, para que él nos ayude con su infinito poder para salir de aquí y nos pudiéramos ir a otra ciudad, donde no nos conozcan y terminar nuestras vidas juntas, enfrentar la enfermedad con dignidad y no en la cana.

-¡Aquí estamos tus siervas y queremos que nos ayudes!- seguía diciendo ella, entonces una brisa apagó las velas de la mesa y el miedo hizo orinarme en la ropa, el sonido del líquido corriendo hasta el suelo no detuvo a la Magda, que dijo que deberíamos cortarnos y mezclar nuestra sangre para sellar el pacto. Tomó la mano de la María y le cortó la yema de un dedo y depositó su sangre en el lavatorio, luego se cortó ella y dejó caer las gotas en agua, pude ver como se mezclaba con la sangre de la María, luego tomó mi mano derecha y la acercó al lavatorio y trató de cortarme, yo no quise, sentí miedo y quité mi mano, ahora creo que hubiera sido mejor dejar que me corte, la Magda se enojó y me abofeteó, me gritó -¡Maraca de mierda!-, y yo corrí, salí del baño y choqué con un hombre grande, no pude ver bien en la oscuridad y al principio no le reconocí, era alto y maceteado, los botones de su chaqueta brillaron, olió y dijo;

-¡Estos maricones están fumando hierba!- entraron otros pacos y al ver que habían velas y que llevábamos vestidos nos pegaron, botaron el lavatorio, la Magda se levantó y amenazó al otro paco con el cuchillo. Un paco agarró a la María y el sargento me agarró, quedó solo el paco frente a la Magda, quien se abalanzó contra él, el paco la esquivó de un golpe con su garrote y la botó al piso. En eso la Magda se cortó en la muñeca y se enterró el cuchillo en el estomago, el sargento le gritó al paco que no la toque, que no se ensucie las manos con la sangre de estos travestís sidientos...

Acerca de la María supe que se murió en la misma Cana unos años después de aquella noche. Como les dije, nunca supe exactamente cuando me pegué el Sida y creo que está demás calentarse la cabeza recordando eso ahora que estoy muriendo aquí en el sur, en la casa de mi familia de donde nunca debí de haber salido.

Poema; "Quepe, tren viejo". Del libro "Cuaderno de Santiago".

Quepe, tren viejo.

El progreso,
quedo atrapado
entre hierros retorcidos.
Vagones mojados por la lluvia,
oxidados los ejes y las ruedas.
Llenos de moho,
carcomidos.

Quedo hecho dinero
en cuentas bancarias de los ricos.
Enterrado
en rieles y líneas férreas,
sepultadas
apenas pueden ver.

Su progreso quedo en el pasado,
hoy son ruinas de trenes en descomposición.

Los vagones
compraron trigo,
leche,
árboles de bosque virgen,
nativo
que a nadie le importa.

Volvieron colmados
de mujeres viejas,
caballeros con sombrero y bastón.

Los vagones chocan
unos con otros,
discuten
quien va primero y quien va después.

Mientras calles olvidadas
cambian de nombre,
a otros más modernos.
Casas añejas
atestadas de ratones,
caen
en la última estación.

¡Nadie quiere ver trenes viejos!
nadie quiere recordar,
nadie saca la basura,
¡Todos quieren celebrar!

Este tiempo de aviones,
no quiere fabricas de jabón,
no quiere molinos de hueso,
solo quiere diversión.

Nadie va a venir
a resucitar el ajetreo inerte.
Ya nadie va a llegar atrasado.
El polvo cubre
el oxido,
carcome
esqueleto gigante,
oruga que vuelve
solo a recordar.

¿Quién sabe doblar los rieles?
¿Quién conoce el viejo tren?

El Quepe,
tren viejo
ya no viene a Osorno.
Quedo olvidado,
aburrido,
lleno de caca de ladrones,
jotes que aspiran neopren.

Tirado
en la costanera de Melipulli,
muerto de frio,
ya no sirve,
adormecido,
sin volver.


Osorno.
03072006.

Monday, July 24, 2006

Subway to heaven.

I.
Mientras bajo las escaleras de la inmensa estación subterranea, miro hacia la línea y veo que el tren aún no ha llegado, pero rápidamente escucho el sonido del metro acercarse y al pararme en el costado veo el tren venir. Aceleradamente se detiene frente a mi y las puertas se abren. El esta sentado al final del vagon tal como lo acordamos. Las puertas se cierran y el tren nuevamente se pone en movimiento, yo me acerco y él me saluda. No es indiferente como yo pensaba, es mas bien amable.
-Hola Farouk- le digo, mientras él dobla el periodico que estaba leyendo y lo deja en un costado, enciende un cigarrillo y se acomoda para la entrevista que acordamos hacer en este tren, que lo llevara lejos...
-Hola Javier.
-¿Como ha sido todo esto Farouk, de ser estrella del rock y a la vez uno de los músicos más originales del siglo?- Le pregunto sin sacar mi libreta de notas. Me aprendí las preguntas de memoria, aunque quiero que más que una entrevista, sea una conversación.
-Prefiero que me digas Freddie, Farouk es mi nombre civil y nunca lo uso. Asi me llamaban en la India y en Zanzíbar donde nací, pero aqui soy Freddie Mercury.- me responde bastante calmado y fuma de su cigarrillo.
Afuera los letreros de velocidad toman formas curiosas...- mmm mira la verdad es que ser una estrella del rock es más bien molesto despues de algunos años. Cuando pasas diez años como una de las personas más comentadas, te terminas aburriendo, cuando pasas veinte y quieres descansar de toda esa presión, te terminas fastidiando, aveces quieres mandar todo al infierno, pero ellos dicen; "Este tipo esta acabado", entonces tú decides continuar asumiendo toda esa presión de estar tan expuesto. Con respecto a lo último, no me considero un músico tan importante como lo dices tú, yo solo he hecho lo que me gusta y si eso le gusta a otras personas, entonces gracias por poder hacerlo, pero soy mas bien reservado con lo que hago.
A estas alturas hemos parado ya en varias estaciones, pero como hoy es feriado no entra mucha gente al tren, nos miran algunos, pero nadie se atreve a molestarnos.
-¿Pero si tu tienes un perfil tan bajo, por qué la prensaha sido tan dura contigo, especialmente la inglesa?
-Si conmigo deben haber sido más duros que con otros artistas, personalmente creo que es por dos motivos. Uno, por mi condición de bisexual, porque lo he reconocido y a los demas les molesta que uno diga su verdad. Dos, porque a su vez no les he dado en el gusto de hablar más de mi vida privada, nunca he contado con quien estoy saliendo, si es hombre o mujer, etc, sino más bien me he vuelto hérmetico, algo muy natural en una persona que está en boca de todos y eso es algo que tambien te critican.
-¿Hablemos de música?
-¡Por favor!
-Considerando tu disco Barcelona con Monserrat Caballeé, como un disco de Opera Postmodernista, ¿Crees haber abierto un nuevo género?
-No, no considero el album Barcelona como un disco de opera, más bien creo que es una gran rapsodia y en eso Queen tiene mucha escuela. Tampoco lo considero posmoderno, es un típico disco del romanticismo. Posmoderno es Pink Floyd y The Beatles, en su epoca experimental, yo me consider un músico entre clasicista, romantico y rockero, no me nace desestructurar el arte, tal ves por mi rigurosa formación clásica y por mi intereses románticos, pero considero que Barcelona es un disco de varios estilos, como en la mejor tradición Queenera... Mientras Freddie me da clases de música, se acerca un extraño y él se pone un poco incómodo.
-¡Tú eres Mercury! ¿Puedes darme un autógrafo?
-¡Disculpa esto es una entrevista!- le digo para que el tipo se aleje...
-No te preocupes- dice él y autografía un papel, mientras apaga la colilla del cigarro, me queda poco tiempo para bajarme en la estación acordada, asi que debo hacerle una buena pregunta, apesar de todo igual estoy intranquilo...
-Cuando llegues alla, ¿A quién vas a saludar primero? ¿Alá, Mazda o Jehova?
-A Jimmy.
-¿A Hendrix?
-Si, y luego le voy a cantar una canción que compuse hace años y quiero que le ponga guitarra.
-¿Una canción con Hendrix? ¿De qué habla?
-...Mmm de como caminar por la playa sin mojarse los pies... (rie)
Observo mi estación de destino acercarse, y mientras se detiene el vagón, me paro y me coloco la mochila...
-Tengo que irme pronto, ¿Algo para la posteridad?
-Si; "Que siempre recuerdes que todo lo que hagas, lo hagas con estilo..."- momentos despues nos damos un apretón de manos y se detiene el tren, se abre la puerta y debo cambiar de anden, porque más alla no puedo continuar, al bajarme él toma su periodico y continua leyendo en silencio. El tren se pierde rápidamente en la luz del final del tunel.
II.
-¿Y era muy dificil salir de esa depresión?
-Era difícil, pero a su vez es una forma de masoquismo.- respondió él fumando un cigarrillo moreno mientras partía el tren.
-¿Y que onda con los fans?-Eso era lo peor de todo, podría decirse que los fans destrosaron mi vida.-Lo dices por Courtney, ella era una fan...
-Y por muchas perras más...
-¿Pero alguna vez debió haber alguna mujer en quien confiar?-Si, pero uno es muy inmaduro, superficial, ¡Oye, yo no soy John Lennon! Solo era un pendejo que quería mucho sexo. Existió ella, de hecho existe, vive en Seattle, pero yo no la sabía querer...
-¿Que opinas de la muerte?
-Que es interesante, es como una canción. De hecho una canción es la muerte del silencio, cuando comienzas una, nunca sabes lo que vas a encontrar al final de ella, es emocionante.
-Pero tú, ¿Que crees que hay más alla?
-No sé, si todos van al mismo lado, me gustaría encontrarme con Elvis. El fué una víctima también.
-¿Y qué le dirias?
-Le pediría que tocara unos temas mios en versión unplugged.
-¿Te gusta esa versión?
-Sí, la pase bien ese día.
-¿Eso era en lo que se hiba a convertir Nirvana?
-Sí, aunque Chris tal ves hubiera hecho otras cosas más Grunge, él estaba muy apegado a eso.
-¿Y tú no?
-Yo nunca he estado apegado a nada...
-Pero, ¿Y la música?
-No, mira, el Grunge era algo muy diferente a lo que es hoy en día, ¿Entiendes? Eso comenzó siendo una contestación, una irreverencia.
-¿Ante la sociedad industrial?
-Sí, ante muchas cosas que vienen de ahí , como la alienación.
-¿La alienación del consumismo?
-Sí, y otras cosas como el individualismo. El hombre necesita de los demas, hasta para reproducirse, pero en esta sociedad nos enseñan que tú y solo tú, eres el primero, todo debe girar en torno a tu conveniencia.
-Y el Grunge era una respuesta a eso?
-Sí, era una evación a eso.
-Y ¿Por qué piensas que ya no lo es?
-Mira a tu alrededor, el Grunge se transformó en una moda de pendejos hijitos de papá, que lo tienen todo y no tienen idea de nada, sino que se visten diferente. Creen que ser Grunge es consumir mucho alcohol y drogas y escuchar Nirvana y Pearl Jam. Pero cuando crecen se olvidan de la esencia de ser Grunge y estudian leyes o medicina y se hacen ricos y continuan con la máquina, consumiendo y produciendo para consumir más. Todo eso me da asco.
-¡Pero tú te hiciste rico con la industria de la música?
-Pero mírame, me volví un drogadicto y un infeliz. La música era mi único escape y terminé odiando a los que me escuchaban...
-La depresión y eso...-digo estupidamente.
-Sí, bueno y ya estoy chato. Creo que en la guitarra aún debo explorar muchos sonidos y el sonido unpugged me interesa mucho, me gustaría haber hecho algo así como Bob Dylan, algo más Folk, pero también más surrealista.- dice y agudiza su vista, sus ojos son celestes. Recuerdo a un viejo indio decir que nunca confie en la gente de ojos claros. Kurt me mira y como que se siente nervioso. Es hora de irme, el tren se detiene...
-¿Algo para la posteridad?
-Sí, el mundo ese era una mierda.- dice y yo me quedo solo en la última estación apenas iluminada...
III.
-¿Tenemos que hacer la entrevista de nuevo?- pregunta él, mientras me acomodo recién llegado al tren.
-Sí, es que la entrevista anterior mi secretaria la perdió, disculpa.
-¿Y recuerdas las preguntas?- Más o menos, pero si tú te recuerdas de algo, ayúdame…
- Sí, me preguntaste por Mark Chapman, por Yoko, por la vez que no acepté el título de Lord, y por como iba a ser mi música después de Double Fantasy.
-¿Y por qué vivías en Nueva York?
-Sí, comencemos entonces, ésta es la última entrevista que te doy, la próxima vez tendrás que ir tú para allá, dice y se ríe, sabiendo que es algo imposible por ahora. En este tren hace un poco de frío.
-¿Que onda con Mark Chapman? Creo que la vez anterior te pregunte si lo habías perdonado.-Si , eso era, y yo te respondí lo mismo que ahora, que si lo perdone, que de cualquier forma igual hubiera ocurrido, que la culpa no era de él.
-¿Cómo que de cualquier forma hubiera ocurrido?
-Sí, porque si realmente hubiera sido un enfermo mental o si hubiese sido todo un plan de la CIA, que es la versión que corre ahora, igual hubiera ocurrido.
-¿Un plan de la CIA?
-Sí, un plan para evitar la revolución que se venía. Si tipos como yo, o Hendrix o la Janis, hubieran seguido vivos y enviando su mensaje, muchas cosas habrían cambiado compadre. No sé ellos, pero por mi parte me hubiera opuesto a todo abuso de poder, y nosotros éramos influyentes, ellos no querían que las personas se dieran cuenta de la verdad.
-¿Tu crees esa versión?
-Sí, definitivamente, como te dije la otra vez, estaban ocurriendo muchas cosas raras, no se que, pero algo andaba mal. Con Yoko lo conversamos y ella estaba de acuerdo conmigo. Ellos no iban a permitir que los nuevos modelos culturales, sea gente que vive de la música y que usan drogas; debían eliminarlos de alguna forma.
-¿Y que piensas de las drogas ahora?
-Lo mismo que he pensado siempre, que es algo que no se debe esconder, ni perseguir, han estado siempre y siempre va n a estar. Es algo acerca de la libertad de cada uno, de esa libertad que ellos hablan pero no practican.
-¿Y por qué vivías en Nueva York?-Porque yo pensaba que desde allí, podía dirigirme a todo el mundo. Nueva York es la capital del mundo, es la Roma del siglo XX.
-¿Y ser más famoso que Jesucristo?
-Te acordaste, eso me lo preguntaste la ves anterior, lo de ser más famoso que Jesucristo. No sé porque dijimos eso. Bueno, en fin, con él estamos en la misma, del lado de los perdedores…pero el Jesucristo de la otra mejilla, no el de los católicos.
-¿Y fue por culpa de Yoko que te separaste de los Beatles?
-No por culpa de ella, eso gatillo todo, pero no fue por ella. El grupo más famoso del mundo no se iba a separar porque una mina toque el teclado en algunas canciones, no definitivamente existían razones más profundas…
-¿Cuáles?
-Con Paul las cosas ya no estaban bien, yo quería seguir experimentando y él quería continuar siendo pop, una súper estrella. Él estaba muy cómodo con su título de Lord y toda esa mierda. Yo quería vivir en una sociedad más abierta y seguir experimentando, cosa que con Yoko pude hacer y hubiera seguido haciendo con gusto.
-¿Una relación casi de espíritu?
-Sí, ella debe haber sufrido mucho cuando me tuve que ir, pero en su corazón sabe que es ella a quien he amado realmente.
-Ahora me queda más claro, entender porque no aceptaste el título de Lord.-digo, mientras afuera las pocas personas que lo ven no lo pueden creer…
-Sí, yo no creo en esas tonteras de la realeza, ellos no contribuyen en nada y no son mejores que nadie, no me interesas cambiar mi nombre. Yo me llamo John Lennon y listo, y me gusta vestirme con chaqueta y botas de milico, porque soy un combatiente.
-¿De alguna guerra en especial?
-De la guerra que libran todos los días los que tiene que levantarse a trabajar para alimentara sus hijos y soportara sus jefes. De aquellos que les esta prohibido ir a esquiar, porque una habitación cuesta dos meses de su sueldo, a esa guerra me refiero.
-Borges creía que era ridículo pensar que la historia sea una eterna lucha de clases.
-Sí, es fácil pensar eso cuando nunca te ha faltado nada y vives en Ginebra. Es obvio que no creas eso, pero dile eso a un agricultor de arroz en el Amarillo, o a un minero del carbón en Inglaterra. Pregúntale a él sino lucharía por cambiar toda esta mierda.
-Y en que se hubiera convertido tu música?
-Mis ideas musicales estaban evolucionando hacia la canción más simple y directa, a las ideas pacifistas pero al cambio, una música de mucha guitarra y de letras potentes, la letras es muy importante para mí- dice y se acomoda sus lentes típicos.
Ya estamos llegando a la última estación y debo bajarme, despedirme de quien debe ser el más importante personaje que he conocido.
-Debo bajar del tren John, ha sido un gusto. ¿Algo para la posteridad?
-Sí, quiero que todos sepan que la segunda ves que venga, además de música, voy a hacer milagros…

Cuento; "Tres", del libro "Cuentos Prematuros".


Saturday, July 08, 2006

Libro: "Poemas con espinas".

Poemas con espinas.

Me gusta escribir lo que pienso,
en hojas blancas como estas,
es que no puedo ser pintor,
porque soy demasiado cambiante,
y si pinto de día, luego no me gusta y pinto de noche.
Y no puedo ser escultor,
porque una de mis obras
no soportaría una de mis rabietas.
Por eso sólo puedo ser poeta,
y escribir lo que siento,
en hojas blancas como estas.

Bariloche.
05021994.




Espinas que sangran la fe.

El Hombrecaballo.

Vino el Hombrecaballo,
y se llevó todo.
Cambió pájaros por balas,
y piñones por humo.
Enfermó la tierra
con su corazón virulento.
Llenó de odio los lagos,
y apagó el llanto de los niños
con pólvora.

Construyó ciudades
para albergar a los ladrones.
Repartió alcohol,
y transformó las plantas en demonios.
Llegó con yelmos y cotas de malla,
trajo ruido y olvido.
El Hombrecaballo
sufre de olvidar,
olvida que esta vivo
y se cree eterno.

Vino el Hombrecaballo,
con conquista y muerte.
Con envidia y deseos,
de llenar con oro y plata
su desdicha.
Cortó el Canelo sagrado
y exterminó a los Selknam.
A muchos confundió,
y a otros enseñó el vino,
les hizo creer que era santo.

Transformó el vicio en religión
y la religión en vicio.
Convenció que la muerte del Cristo,
pagaba toda las guerras.
Todas las matanzas.
Todo el exterminio.

Hoy el Hombremáquina llora,
y no sabe a quien llorar.
Sus engranajes no lo escuchan,
y sus autos no lo comprenden.
Inventó un Logos para todo,
y se olvidó del Mapu.
O no quiso escuchar.
Creyó que era de incivilizados;
“Amar y respetar,
guardar silencio
y celebrar la luna”.

El Hombreavión;
Vuela sentado,
no como pájaro,
sino, con los brazos cruzados.
Y cuando cae;
“Se estrella sobre sí mismo,
sobre el fuego en los bosques de Lárices,
sobre el motor de combustión interna,
sobre sus hijos”.
Sigue llorando,
sin que alguien lo escuche.

La Lenga no lo escucha,
y el Floripondio evade su grito.

Trata de explicar todo,
con teorías relativas y cuánticas,
inconexas entre sí.
Trata de comprar todo,
como el amor y la paz,
y necesita la guerra,
para aumentar el gasto
y mantener el mercado en equilibrio.

El Hombrecaballo vino y se quedó,
cambiando todo para siempre.
Con su democracia representativa,
de la idiotez,
y el lucro.
Con su garganta enferma
de pus sifílica,
y el bolsillo lleno.
Con su ritmo sincopado de tren,
que avanza en esa mentira,
que llaman progreso.

El Hombreauto vino,
lo condujo todo.
al cielo del consumo,
del desecho.
Transformó la montaña
en codicia,
y el río en desagüe.
Al árbol en billete,
y la hoja en vicio.

Se llevó todo lo que podía,
y ahora nos cobra
con intereses solares.
Nos vendió la muerte en el Chaco,
el ataúd y el salitre.
Nos cobra las paladas de tierra,
que abrigan
nuestro cadáver enfermo.

Nos cobra en dinero la infelicidad.
Nos trajo ese Cristianismo barato,
que alimenta a curas pedófilos
y Papas asesinos.
Nos deja tristes,
ansiosos,
angustiados.
Con una angustia de televisión.
Adictos al humo.

No sabe que la libertad,
no esta en las leyes,
de un Imperio Romano
en decadencia.
Que decae contigo y conmigo.
Sobre nosotros,
sobre Dios,
sobre el Imperio del Estado.

No sabe que la libertad,
está en el aire puro,
en el agua.
Dentro de cada uno.
No esta en el momento de la muerte,
como quieren que creamos.
Esta en el momento de nacer.
Nacemos libres,
pero nos esclavizaron
con cruces,
con signos.
Con un idioma que nadie entiende bien,
que no refleja las cosas,
si no ideas,
ideas de ellos,
del Hombremuerto en su mente.

Que vino a matarlo todo,
por eso no respeta nada.
No le importa matar nada.
Cree que todo debe evolucionar,
y no respeta los ciclos.

Convencido de una vida más allá,
más allá de la muerte,
institucionalizada,
legalizada,
legitimada,
blanqueada,
occidentalizada,
globalizada,
pero lenta,
como una muerte masoquista.
Sadomasoquista,
como el Hombrecaballo.

Osorno.
17102002.

Ganador del II concurso de poesía “The subterranean angel”, Universidad de los Lagos, Osorno, año 2003.
Publicado en la revista “Tracks” Nº 11, año 2003.
Publicado en la página web “La Cantoria de los juglares”, Buenos Aires, Argentina, año 2006.


Nocreo.

Nocreo que un Diospadretodopoderoso
sea él solo, el creador del cielo y de la tierra,
ni que Jesucristo sea su único hijo,
ni que haya sido concebido
por obra y gracia de espíritu alguno.

Nocreo que María sea virgen ni santa,
mas, creo que Jesús fue concebido
por José como cualquier hombre.
Sé que padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
que injustamente fue crucificado, muerto y sepultado.

Que quizás, al tercer día resucitó de entre los muertos,
lo que no significa, que esté sentado
a la derecha de Diospadretodopoderoso.
Él está aquí, entre nosotros,
y si se sienta en alguna parte,
lo hace a la izquierda de nuestros pueblos.

Nocreo en ningún Espíritu Santo,
ni en la Puta Iglesia Católica.
Que la Comunión sea solo en los templos,
ni que los Santos tengan poder alguno.
Que nuestros pecados
le importen a Dios alguno,
más que a nosotros mismos.
Mas, nocreo en la resurrección de otros muertos,
ni en la vida eterna, Amen.

Osorno.
10062003.



Espinas que sangran la Tierra.


De unos y ceros.
Baja toda la información que imagines,
sumérgete en océanos de unos y ceros.
Conéctate a la mayor cantidad de Puertos,
aduéñate del lenguaje.

Crea tus propios monstruos,
amarra a todos nuestros hijos a la Marca,
al signo, aceptado en todos los Sitios.
Ubica todas las Ventanas,
todos los Ratones a tu diestra.

Nuestras hijas en prostíbulos obscuros,
ruidosos, baratos y desnudas.
Nuestros árboles cortados,
machacadas las hojas y prensadas
con neoprén y parafina,
para dejar a nuestros hijos bien pegados…

Di: “Quiero ver más montañas de neumáticos,
más carreteras repletas,
llenas de humo de motor,
llenas de autos y camiones,
llenas de ruido,
quiero ver más máquinas bien aceitadas”.
¡Más máquinas!

Pero dilo todas las noches en el Chat,
conéctate a Internet tu Dios y se feliz…
Porque mereces todo esto y más,
bastardo ciego…
Osorno.
25052004.

Ganador del III concurso de poesía “The subterranean angel”, Universidad de los Lagos, Osorno, año 2004.
Publicado en la revista “Tracks” Nº 12, año 2004.
Publicado en la página web “La Cantoría de los Juglares”, Buenos Aires, Argentina, año 2006.



Cascos Azules.
Vamos, anda y abre;
Todas las llaves y canillas,
que escurra toda el agua,
baje de entre las montañas
pura y cristalina,
fertilice todas las Quilas y Ortigas,
en especial las Ortigas de los valles.

Abre todos los grifos
que corra toda el agua limpia.
Escurra por los canales de regadío,
y apague la sed del campesino,
de Bueyes y Corderos,
del Toro y del Caballo.

Antes que lleguen ellos,
los Cascos Azules,
nos golpeen
nos maten,
y se la lleven toda.
Toda el agua en barcos,
en los viejos barcos petroleros.
Osorno.
27072004.


Yo vengo…
Yo vengo a soltarte de los viejos yugos,
de las amarras con nudo ciego,
de las esposas ancestrales…
Vengo a cortar las cadenas de esta esclavitud,
que te somete y te convence,
te compra y te convierte.

Cree en mi,
no creas en inmensos televisores,
ni en rápidos procesadores.
No creas en ellos cuando te digan
que las estatuas perdonan,
y los que atienden en los bancos
son tus amigos.

No seas ingenuo,
abre los ojos y dime;
¿Cuál es el precio en el mercado
a la libertad del Tordo?
¿Puedo devolver en dinero
el amor desinteresado de mi padre?
¿Cómo puedo comprar las olas del mar?
¡Aclárame!
¿Cuánto vale mi desdicha?
¿Cómo puedo al Sauce comprarle su tristeza?
¿Y a las Bandurrias, pedirles
que me coticen un grito en la noche?

Tu dices que calle,
que no diga esta verdad,
porque sabes…
En tus recuerdos de niño,
obtienes la respuesta...

Yo no traigo nada nuevo,
sólo vengo a recordar,
a decir
que no tengas miedo.

Porque la leche dulce,
del pezón blando de tu madre,
te alimentará de nuevo,
y no te cobrara nada…

¿Cuánto vale la luz del Sol?
¡Ríndete!
a mí, no puedes comprarme…
Osorno.
27072004.


Suspiro.O lamento por los Cisnes de Valdivia.

Quieren que se olvide todo lo vivido,
las respiraciones,
lo comido.

Que se transformen los mares,
en enormes basurales.
Que no recojan las pilas en las calles,
que estén allí por siglos,
y también se mueran
las criaturas venideras,
que sobrevivan a este infernal paraíso.

Quieren que se derrita,
todo el hielo del planeta.
Enfermen los Calamares,
y mueran los Osos Polares.
Para así,
se sientan satisfechos.
Miren atrás y sepan,
que su economía ha cumplido.

Cuando ya no queden bosques,
no hayan nidos,
respirarán por última vez,
recordarán sus fiestas,
sus comilonas y tomateras,
añorarán,
dar un último suspiro.

Querrán,
sentir en lo profundo
su respiración helada,
oler las flores del desierto.
Apreciar,
largos cuellos negros,
elegancia inmaculada,
que bajan por el río.

Pero el humo impedirá,
ver los últimos Cisnes
del Río Cruces,
que para no volverse carroña,
ya se habrán ido.
Punta Arenas.
10092005.


Espinas que sangran la Historia.
La Nueva Era.
¡Levántense!
¡Hay que escribir la Historia nuevamente!
Que no falte ninguna pieza.
Los historiadores,
Que fumen sus cigarros mientras,
y los poetas se vuelvan locos con las perras.

Cuenten a nuestros hijos la verdad.
Porque no existe,
la máquina del tiempo de H.G.Wells
para volver atrás,
y cambiar todo lo ocurrido.
Yo no quería terminar escribiendo así,
pero; ¡Abajo las oligarquías!

Si me preguntan si o no,
quiero inventar una respuesta tricotómica,
empezar todo de nuevo.
Quiero encontrar un jardín,
con un nuevo sendero y bifurcarme.
O sino mejor, si les disgusta:
¡Saquen todos los tanques a la calle!
¡Que exploten todas las bombas!
De hidrógeno, atómicas y nucleares.

Porque Hitler fue el último profeta,
él inauguró las primeras olimpiadas de La Nueva Era.
Esta Nueva Era donde los guardias,
comen a sus hijas y lo transmiten vía satélite,
con una alta sintonía.
Donde todo lo aprenden en la tele,
tomando cerveza
con pan, mostaza y mayonesa.

Esta Nueva Era,
donde las musas abren sus piernas,
ebrias cada fin de semana,
para distintos y nuevos penetradores.
¡Pero tenemos la Historia señores!

Y si el Capitalismo es la Gran Ramera,
con que todos los hombres fornican,
la Historia que sea nuestra madre.
Santa y Virgen pero no magnánima.
Que ella sea nuestra albacea.
¡Prescriban todos los libros de Historia!
Porque llegamos nosotros,
para declarar nuestra verdad ante la Bestia...
Punta Arenas.
06082005.

Publicado en la revista “Espacio Regional” Nº 2, Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de los Lagos, Osorno, año 2005.
Publicado en la página web “La Cantoria de los juglares”, Buenos Aires, Argentina, año 2006.

Memoria al fuego.Poema para combatir el olvido.

Quema todos estos libros y revistas,
desenchufa todas las guitarras...
Ordena acallar con ira,
esos tambores que se sienten rumorear.

Corta uno a uno los dedos del folclore,
asesina,
a los que gustan de leer,
en la fugacidad de las gotas de lluvia,
los designios del pensamiento astral.

¡Ocúltate!
En los informativos,
para que no te desenmascaren
y no te vean venir.

¡Acállanos!
Con ráfagas de metralla sorda.
Has como que no escuchas,
el clamor
de los que no tienen que comer,
y como que no ves
la Tierra entera,
quemándose en la sartén.

La verdad esta en las rayas del tigre,
en las huellas
en la arena al caminar,
ahí está lo que tanto crees que buscas
en esa compra circular.

Pero escucha,
ten cuidado con el fuego.
No te acerques tanto a esa luz.

...Porque si no eres memoria
entonces solo eres murmullo...

Y si te quedas estático,
solo y vacío,
ni siquiera sabrás mirar
con ojos reflexivos,
lo que estas tirando en las llamas,
allá atrás...
Osorno.
12112004.

Poema ganador del IV concurso de poesía “The subterranean angel”, Universidad de los Lagos, Osorno, año 2004.
Publicado en la revista “Tracks” Nº 12, año 2004.
Publicado en la revista “Espacio Regional” Nº 1, Departamento de Ciencias Sociales, Universidad de los Lagos, Osorno, año 2004.
Publicado en la página web “La Cantoría de los Juglares”, Buenos Aires, Argentina, año 2006.

Murieron todos.
Murió mi tío,
mi bisabuela,
mi abuelo,
y mi amor.
Murió mi boca,
esta muriendo mi pelo.
Murió el cielo,
murió el perdón.

Murieron todos callados,
verdes de putrefacción.
Murieron cientos de miles,
a espadas,
a cañón.

Rodando sus cabezas,
saltándoles las babas
y gritando.

Otros,
murieron de asma,
o de SIDA.
Pero no murieron estos,
como debe morir
cualquier huevón.
Murieron por odio,
por resignación.

Machacados sus dedos,
y esposados.
Murieron,
como mueren los perros,
en las calles,
en cualquier rincón.
¡Murió hasta Bolaño!
Y Pinocho,
el asesino aun no muere,
¡Que inmensa contradicción!
Río Negro.
23092003.


Malditos.
Malditos,
maricones,
huevones,
genocidas.
Hijos de puta,
bastardos,
conchas de su madre.

Chingados,
maracos,
hijos de perra,
ladillas,
asesinos,
fascistas,
torturadores,
traidores,
¡malditos milicos culiaos!

Río Negro.
09092003

War.
Quiten las bombas de mi oído,
entregan mis tímpanos a la sordera.
Saquen la guerra de mi ciudad,
y no maten a mis amigos.

Alejen el fuego eterno frente a mis ojos,
no laven su dinero con nuestra sangre.
¡Váyanse! Lleven su infierno a la luna,
saquen su oil y lárguense de aquí.

La Gran Ramera en Roma abre sus piernas,
sentada sobre la nueva Babilonia que habla inglés.
La Bestia tiene sed de muerte para la antigua Babilonia,
que entre el Tigris y el Eufrates se desangra.

Mientras ellos fornican afuera,
estoy solo, sentado junto a la cama presenciando.
Afuera la Bestia corta cabezas,
la Gran Ramera se burla de su gozo y mi dolor.
La nueva Babilonia castiga a la antigua de jardines colgantes,
por el mismo barro con que fueron construidas.
Yo clamo por algo que ya esta escrito,
por favor terminen con su horrenda canción.

Osorno.
23032003.

Hace treinta años…
Hace treinta años y unos días
mataron a Salvador Allende.
Hace treinta años justos
murió Pablo Neruda.

Hace apenas unas horas,
murió,
mi última neurona.
Hace mucho tiempo
Nietzsche mató a Dios.
Hace veintiséis años
que me estoy muriendo.

Hace dos mil años,
murió el Cristo.
Y hace sólo un momento,
que murió el Sol.

Río Negro.
06102003.



Allende Salvador.
Baste decir;
Yo no voy,
a elogiar a Salvador Allende,
como alguien por ahí,
a José Stalin.

No estoy para eso.
Debo permanecer callado,
porque yo no estuve allí.
Yo no sé nada,
nada de nada.

Solo me mantengo al margen.
Con las manos vacías,
de armas y recuerdos.
Solo escucho,
desde mi modesto rincón.

Mirando,
observando la tragedia,
de esta vida pasar...

Apuntando ideas,
disparando palabras.
Palabras de salva,
sin violencia,
sin matar a nadie,
como él quisiera,
así como nos enseñara él.

Osorno.
08092003.



Enfermo por la Historia.
Cuando salga caminando,
voy a ver el sonido del aire
entre los árboles dormidos.
Mutilando carne enferma
para después comer.

Cuando salga de mi cueva,
voy a ver el palacio de plata y cristal,
que los Elfos me han regalado.
Me voy a cortar llorando,
sobre los escombros
vidrio roto,
de mi palacio que rompí,
a pedradas,
a golpes,
a patadas.

...Y voy a romper siempre,
todos los palacios que me regalen...
Porque solo soy carroña,
nada más que un hombre,
enfermo por la Historia,
por todos los errores del ayer.

Osorno.
16112002.



Espinas que sangran la Razón.


Ciudad de Naipes.
No quiero ver Viejos Pascueros gordos,
árboles adornados con luces de Navidad.
No quiero que traigan Noches de Brujas,
conejos y huevos de chocolate,
ni formulas para adelgazar.

No quiero que vendan a mi gente,
cosas que no les sirven,
fiestas que no pueden comprar.
No quiero que la Tierra se desangre,
después no haya donde sembrar.
Que se extinga el Quebrantahuesos,
y el Pingüino
no tenga donde emigrar.

No quiero ver niñas anoréxicas,
personas felices
fingiendo en Televisión.

No quiero,
que comercialicen la guerra,
en la Bolsa de Valores
vendan la muerte al mejor postor.

¿No ven que los naipes son de mentira?
¿Qué no escuchan en Mogadishu el hambre clamar?
¿Cómo no ven que las columnas se vienen abajo?
¡No hay tiempo para esperar!

Tu dices;
“Que mi poema es como un lamento,
es como una declaración.
Que mi poema no tiene forma,
es como un grito de desesperación”.

Yo digo;
“Ya no hay tiempo para metáforas,
las alegorías no sirven,
y no sirve la imaginación”.

Cuando veo que los pilares se derrumban,
la Ciudad de Naipes cae,
y con ella la civilización.

...Mientras los niños,
piden dulces por las casas
disfrazados de monstruos.
Jesús es cada vez más rubio,
y los señores multimillonarios brindan,
con señoritas de hermosas piernas,
y toman vino de exportación...

Punta Arenas.
28092005.



Lamento de Guachos tristes.
¿Cómo es eso, que los hombres
no se saludan por las calles?

¿Cómo es eso de andar
dejando hijos regados
por aquí y por allá?
Como si los niños fueran papel higiénico.

Un hijo esta bien y pasa,
un error es como un suspiro
o un aliento.
Pero tres o cuatro,
cientos o doscientos.
Es como un genocidio.
una mala moda,
o como un lamento.

Como un lamento de guachos tristes,
de etnias extintas.
Como una bomba
o un convento.

¿Cómo es eso, de no saludarse por las calles,
entre gente que comparten los mismos huesos?
Gente que tarde o temprano
se irán,
en el mismo Metro.

¿Como es eso, de olvidar sin peso,
poseer una conciencia fría,
hueca y rancia
y sin seso?
¿Cómo es eso, de no valorar lo que es cierto,
y olvidar, lo que es perpetuo?

Punta Arenas.
22092005.


Premonición.
No me vuelvas a mirar.
No me preguntes como estoy,
porque no estoy.
Me han castigado
por ser tan estúpido,
sin poder salir.

Hoy solo quiero tenerte de vuelta,
aunque no sé, si he cambiado del todo.
¡Ten cuidado conmigo!
Soy aquel que crucificó al Cristo.
Que mordió la mano
que le dio de comer.

Solo quiero morir de nuevo,
perderme entre las tinieblas,
no nacer jamás.
¡No me veas más!
...Soy aquel idiota,
que no entiende razones,
que no sabe escribir...
Que quiere tenerte de vuelta,
sin saber para qué.

No vengas cuando te llame,
si vienes trae tu cruz,
apaga la luz,
y tira la llave.

...No saldré sin que me hayas enseñado,
cuando diantre dejaré,
de comerte el alma...

Osorno.
05052003.



Hijo de la Guerra.
Mira el ojo de la tormenta,
porque en él esta mi furia.
Cuando camines contra el viento,
yo seré el que te estará empujando.

Mira al Sol a los ojos en verano,
siente su calor insoportable.
Quémate entre azufres hirviendo,
lavas y caldos de volcanes.

Toma, siente la nieve del glaciar,
como te atraviesa la piel y los huesos.
vuélvete estatua de sal,
congélate al mirarme.

Porque yo soy el Hijo de la Guerra,
yo ato y desato el temporal.
Mis ojos rojos,
mi rabia y mi espada,
me incitan todos los días a la refriega.
Yo soy el Comandante
de las huestes del fuego.
Cabalgo los Balrogs y Dragones del infierno.

Siente el miedo,
tiembla cuando suene el trueno.
...Soy el que viene a tocarte,
yo soy el que viene a lastimarte...

Río Negro.
29092003.



Espinas que sangran el corazón.

Celos.
Porque lo mío,
no es de otros.
Si quieres ser de otros
que lo seas,
entonces, ya no eres mi canción.

Porque lo mío, es mío.
No tengo necesidad,
de andar de flor en flor.
Yo no soy de aire,
soy de fuego.
El fuego quema,
y para las cenizas,
no hay perdón.

No soy de agua tampoco,
no ando de boca en boca,
de cama en cama.
No necesito un glisando,
para interpretar mi melodía del amor.

Soy celoso por naturaleza,
los celos me carcomen,
como las termitas al caserón.
Me entran por los ojos,
por los oídos,
recorren mi cuerpo,
irritan mis nervios con dolor.

Lo mío, no lo comparto,
en la cama;
“No soy comunista,
ni esquimal”.
No quiero que tus piernas,
se abran a otras fiebres.
Ni que otros nombres,
figuren en tu corazón.

Mas, si esto te incomoda,
si tus instintos,
son más calientes
que tu razón.
No me culpes de celoso,
de inseguro.
Olvídame,
búscate otros mejores.
Se de otros,
que otros te bajen los calores...

Punta Arenas
17082005.



Miedo.
El miedo mueve al mundo,
y todos los miedos se vuelven realidad.

Mucho miedo que te vayas, esfumes y desaparezcas,
no vuelva a verte, escucharte, ni amarte nunca más.
Miedo de quedar atrapado en ese abismo en el tiempo,
donde no existe arriba, ni abajo, ni tu, ni nadie a quien amar.

Miedo que tal vez nunca leas estas palabras,
cruzar tantas puertas, para después caer.
Mucho miedo de vagar eternamente por el espacio,
sin saber quien eres, de donde vienes, ni donde estas.

Miedo de no estar iluminado y tibio por tu mirada.
Mucho miedo que finalmente se cumpla esta maldición.
Tanto miedo de no encontrarte más al despertar.
Rodando con pena enferma,
nudo en la garganta,
tristeza que nunca va a rimar.

Miedo de ser de otra y amar a otra,
seas de otro y ames a otro.
Caminar con vergüenza,
mirar a Dios con deshonra,
abandonado por miedo la felicidad.

El miedo mueve al hombre,
y todos mis miedos se han vuelto realidad.

Osorno.
09112004.



Carne para Perros.
Eres y fuiste carne para perros.

Porque quise que tus manos hermosas,

acaricien la silueta del rostro en un niño dormido,

no que busquen en el fundillo sucio

de cualquier pelafustán borracho.



Carne para perros,

tu humedad oceánica,

saciará la sed de muchos otros

de varios otros perros más.

Devorarán rápidamente

como si fueras cualquier basura.


Tú, gozaras

sin darte cuenta.

Ya no eres mi ángel,

sino el mismo demonio

que se viste de ti y baila.


Mientras, seguiré

tratando de leer las nubes,

buscando saber cuando cambiará la marea.

Leyendo las sombras,

no alimentándome de tu carne.

Mientras espero

en las profundidades del mar

encontrar mi palacio de cristal.


Osorno.
11042004.



De fuego sin humo.
De fuego sin humo,
noche sin luna.
Caminar sin ir a alguna parte,
mirar sin ver.

De besos sin lengua,
sexo sin orgasmos.
De lluvia que no moja,
viento que no seca.

Palabras que dicen nada,
fieles que no creen.
De ríos que no conducen al mar,
soles que no queman.

De niños que no juegan,
de tontos.
Mujeres que no dicen la verdad,
borrachos que mienten.
De tantas noches frías,
aliento subiendo por el aire
sin volver.

De angustia.
Demonios mirándote a los ojos.
Amor sin perdón.
Heridas que no sanan,
columpios que no divierten a nadie.
De peleas.
Odios.
De frustración.
Lagos sin peces,
y de muchas otras formas vacías,
vivía mi vida sin tu voz.

Osorno.
25052004.

Como una Tragedia Griega.

...Why did you have to leave me,
why did you deceive me,
send me to the Path of Nevermore,
when you say you didn’t love me anymore...
Nevermore.
Mercury.
Queen II.
Como la lluvia deja al cielo.
Como el mar deja húmeda la playa.
Como el tiempo deja viejos los astros.
Como la hoja cae y deja al árbol.
Como nos dejaron los Dinosaurios.

Como el sonido del grito, nos deja sordos.
Como el viento al desierto.
Como las circunstancias y los muros
nos dejan separados.

Como yo dejé tu vientre en convulsión.
Como la televisión nos deja ciegos.
Como el vino, tontos.

Como el fuego al aire.
Como un padre o una madre a su hijo.
Como el hombre blanco al indio.
Como el Hipocampo y el Coral en extinción.

Como se deja la basura afuera,
esperando, triste, sin saber...
Así, como me dejaste tu.

Osorno.
25082002.



Quédate.
Quédate
y busca,
la profundidad de la noche
en mis ojos.
La tristeza azul,
derramada en palabras.
Las verdades rojas,
las penas celestinas.

Busca en mi,
al niño que logró nacer.
Aquel, que conocía los mapas solo.
Con quien no querían
los otros niños jugar.

Busca ese poema,
aquella flor marchita,
tarde de verano,
aquel delirio.
Busca en mi alma,
tu alma.
Encuentra al hombre,
que quiere viajar a otros planetas.
Ese, a quien fascinan las pirámides.
Que no sabe amar,
no sabe decir gracias.

Aquel rufián,
antropófago,
inútil,
bastardo,
y vicioso.
Que daría el cielo,
canciones,
y sus cuentos.
Sus palabras,
besos,
y su sexo,
su guarida...

Ese, que amamanta ilusiones.
Que piensa claro
Que esconde detrás de sus ojos,
de un color desconocido
como dices tu.
Aquel pasado tardío,
aquella pérdida,
espanto de juventud siniestra,
pólvora,
hastío.

Ese, que deambula solo,
por calles largas,
tentáculos de Pulpo.
Calles en bajada,
siempre pobre,
siempre en calles de Melipulli.

Ese, que no calla,
que no cree
en mentiras milenarias como iglesias.

Que no tiene vergüenza,
solo tiene amigos.
Ese, que daría su sangre,
porque lo encuentres,
y te quedes...

Río Negro.
29092003.



Conocí el amor.
Conocí el amor, cierto.
Conocí primero,
cuando adolecía,
un amor extraño,
prohibido.
De flautas pobres
y guitarras rubias.
Amor de peón de fundo o de Platón.

Encerrado en un laberinto,
de madera y cemento,
lluvioso,
y triste,
que llaman Puerto Montt.

Donde mis traumas,
colgaban de mi cuello,
cartel de ciego.
Si por amar, fuera un ladrón.
Amor, por una Reina
anillos y aros de Oro,
que levitaba como los Elfos.
Que parecía inalcanzable en su Olimpo,
que yo mismo levanté,
como un muro de ladrillos,
que uno a uno,
fui pegando,
uniendo con mis complejos.

Luego,
conocí el amor eterno.
De mareas inmensas
y luna llena.
Que nos iluminaba,
mientras en la playa de Pelluco,
hacíamos el amor
y no el sexo.

Amor, de una mujer a un hombre,
como amor
de madre a niño.
Ese amor, de mujer en celo,
arrollador,
inspirador y tierno.

Después, conocí otro amor.
Efímero y etéreo.
Amor de niña rebelde,
yo, opresivo carcelero.

Amor,
películas y libros sueltos.
entrepiernas exquisitas.
Piernas largas,
suaves y tibios senos.
Amor más de carne y cama.
cuerpo y deseo.
Pero no menos real,
firme,
honesto y verdadero.

Conocí el amor, cierto.
Y otros amores más pequeños.
olas fugaces
parques de entretenimientos.
Conocí el amor,
ahora cuanto lo deseo.
Ese amor,
de conversaciones idealistas,
planes y proyectos.
Caminatas junto al mar,
y largos paseos.
Peleas y discusiones,
quiebres violentos.
eróticos calzones,
sexis medias,
lascivos reencuentros.

Conocí el amor, cierto,
ahora cuanto lo deseo.
En esta Patagonia inmensa,
cuanto daría por algo que no tiene precio.
Una caricia,
un gemido,
un beso.
Una risa.
Un par de piernas flacas,
una palabra de aliento.

Conocí el amor, cierto.
Más, quiero conocerlo.
Mirar atrás cuando esté viejo,
sentir que amé con fuerza de marinero.
O tan solo, para recordar que amé,
alguna vez, cuando este muerto,
y amar sea, como leer un cuento.

Punta Arenas.
22092005.



Nicanor en vez de Pablo.Como si fueran pájaros.
Quisiera ser un Nicanor,
no un Pablo.
Escribir libros simpáticos,
con Antipoemas cortos,
y muchos Artefactos.
No escribir estos poemas tontos,
al recordar tus piernas y llorando.

Quisiera ser un Nicanor,
no un Pablo.
En clases de geografía reírme de los astros.
Embriagarme noche a noche
con mujeres fáciles,
no vivir sufriendo
la muerte de los pájaros.

Quisiera ser un Nicanor
no un Pablo.
Reírme de los poetas amariconados,
y jugar,
no sentirme triste a tu llamado.

Quisiera ser un Nicanor
no un Pablo.
Acostarme con cualquiera,
enamorarme de los autos.
Caminar sin esta tristeza eterna,
que cae y recae,
escribir; ”Cuentos de Salón”
en vez de; “Poemas a las perras”.

Quisiera ser un Nicanor.
Quisiera.
No un Pablo que camina junto al mar,
y te recuerda.
Atraviesa la inmensa Pampa,
se baja del bus para gritar tu nombre,
y te recuerda.
Cruza los Andes,
para estar lejos
y olvidarte.
A pesar;
De lo delgado del aire,
de la fuerte y persistente voz del viento,
de la vastedad de Magallanes,
y la diletancia de los hielos.
Se despierta a media noche
y escribe;
“Que ya no encuentra tus caderas muertas”.

Quisiera ser un Nicanor
y estar vivo,
en vez de un Pablo,
y ser un Hombremuerto caminando.

Punta Arenas.
01082005.



El Bosque Negro.
Tu no sabes que es, amar a un fantasma,
ni sabes que es, sin lágrimas llorar.
No sabes que es construir,
ciudades,
países,
mundos en el aire.

Saber que todo es mentira,
mentira tras mentira
porque es gratis,
porque aun, no nos prohiben mentir.

No sabes que es sentirse solo,
haciendo el amor a una mujer.
No sabes que es este dolor en el pecho
este olor a muerto en la nariz.
Esto, de ser sentimentalóide,
estar enfermo por sentir.

No sabes que es,
dar vueltas y vueltas al reloj de arena.
Ver la sombra de la sombra,
buscar civilizaciones perdidas
cuando niño en el jardín.

No sabes,
porque tienes talento,
risa,
belleza,
amistad.

Pero recuerda;
“Yo soy lo profundo del Bosque Negro,
la cara asesina del Sol.
Soy la inmensidad del Pacífico
donde están sepultados,
los cuentos ancestrales
que no aparecen en los libros de Poe”.

Mis ojos escriben lo que ven,
mi mano peca
al no decir nada.

Yo nací atravesado por el fuego,
vestido de planetas rojos.
Clavado en esta cruz de hombre,
una corona de espinas
hace llagas,
que no pueden sanar.

Cada una de estas espinas sangra,
con sangre
acuso lo que siento.
Lo que veo
lo digo,
lo grito,
lo escupo,
lo escribo,
...Porque cuando me cortes,
no podré resucitar...

Río Negro.
17102003.



Epílogo.

Chile es un país.

Chile es un país;
Desiertos arreicos,
Dos premios Nobel,
un Cervantes,*
muchos otros premios,
y un sin fin,
de eminencias literarias mundiales.

Aún así,
todavía se prohibe,
en Casas y Universidades;
“Declamar poesía a todo grito,
andar desnudo y cubierto de poesía,
comer poesía con las manos sucias,
eyacular poesía a chorros”.

Todavía se prohibe
en este Estadopolicial;
“Tener orgasmos poéticos en la plaza,
escupir poesía,
dejar que la poesía diga la verdad”.
Cae mal,
es de Picantesrotosrascas.
En Chile todavía hay Fascismo,
todavía hay Burocracia.

El Fascio y el Yugo sostienen
este enorme y viejo latifundio,
bosques arrasados,
islas que aparecen y desaparecen.
Donde el Viejoelfo Cojoimperial,
se afirma,
levanta,
perpetúa.

Los Poetas mientras…
“Hacen dibujos cilíndricos,
con muchas perspectivas
y puntos de fuga,
inventan sistemas integrales y vectoriales”.
Borges crea la mecánica cuántica,
y Parra, la antipoesía.
Esa que yo escupo,
verde faringocósica.

...Mientras los Poetas en Gobi,
en su palacio de plata y cristal,
hecho por los Elfos,
se divierten,
y discuten de cacofonías,
y redundancias ortográficas...

Río Negro.
06102003.

* El poema fue escrito antes que el Maestro Gonzalo Rojas gane el segundo premio Cervantes para Chile.